Quedamos para cenar con Antonio, Ana y Adán al lado del parque del Oeste, en el restaurante Tita Ché.
Nos gustó mucho el lugar, pero sobre todo, nos gustó ver a Adán tan grandote y tan activo. Para que se
quedara quieto unos segundos para la foto, su mamá le daba gusanitos. ¡Buen truco, Anita!

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